Hoy seré gota que recorre tu cuerpo cuando subo por tu cuello, y lo beso hasta llegar a tus labios, indefensos, pero mortales que me atrapan y me absorben hasta que me convierto en boca que juegan a morderlos, cierra los ojos o mejor ábrelos mientras te beso quiero que me veas que no miento y que mi mirada aguanta hasta que te fundes conmigo, hasta que la Luna siente envídia y se marcha para que el sol nos queme hasta que las estrellas aplaudan antes de darse cuenta que hemos hecho que la Luna se fuera, hasta que el reloj corra y el tiempo nos castigue como niños que juegan a sonreir aunque se sientan tan perdidos.
Sólo la respiración irrumpirá el silencio, sólo el sonido de los besos, en algún lugar perdido. Un día cualquiera no importa nada más que no sentir que esto es un sueño y que eres mi espejo, al que me miro y no me veo, porque haces que me sienta realmente tranquila porque entre miles de versos perdidos que llenan mi cabeza, tú consigues organizarlos y darles sentido mientras tu sonrisa se contagia y hace que se refleje en la mía.