22/3/11

¿Quién sabe? lpda

Sabíamos no decirnos nada
conservando en apariencia
UNA AMISTAD CONSOLIDADA.
Sabíamos no exigirnos mucho.
Un poco de humo en el medio
y enloquecieron las miradas.
Quiso el destino que esa noche hiciera frío
y que el ruido de los coches me hiciera hablarte al oído.
Y conga, conga, conga que siga la milonga
que el mozo traiga otra ronda y pague Dios.
Quiso el destino que ya no hiciera frío, ni cohes, ni ruidos, pero yo sigo hablándote al oído.

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